Los notarios son a la vez funcionarios públicos y profesionales del Derecho. Como funcionarios ejercen la fe pública notarial, que ampara un doble contenido:

• La exactitud de los que el notario ve, oye o percibe por sus sentidos (por ejemplo acta notarial de mensajes de whats app o acta notarial de presencia y protocolización de fotografías).

• La autenticidad y fuerza probatoria de las declaraciones de voluntad de las partes en el instrumento público redactado conforme a las leyes (por ejemplo una compraventa o un poder).

Los notarios como profesionales del derecho, tienen la misión de asesorar a quienes les requieren y aconsejarles los medios jurídicos más adecuados para el logro de los fines lícitos que aquéllos se proponen alcanzar, como por ejemplo, el correcto asesoramiento fiscal que puede prestarles el notario. Así, el notario tiene la obligación de asesorar jurídicamente, interpretar, configurar y autentificar con arreglo a la legalidad la voluntad de todas las partes y de forma especial a aquélla más necesitada de protección (artículo 147 del Reglamento Notarial). Este control de legalidad le brinda las mayores garantías y la total seguridad de que su contrato o negocio es definitivo, inamovible y eficaz.