La Escritura Pública es el documento que recoge, con las garantías de la intervención notarial, cualesquiera negocios jurídicos por los que las personas o las sociedades adquieren o transmiten derechos.

En el ámbito mercantil y empresarial, pueden, entre otras cuestiones, constituirse y modificarse sociedades de todo tipo, transmitirse activos, facultar a representantes o configurarse protocolos familiares. 

En el ámbito patrimonial, las Escrituras de compraventa, donación, herencia, hipoteca o permuta le permitirán ostentar un título de carácter público, con la máxima fuerza probatoria, que acredite su propiedad con todas las garantías legales. También se incluyen en este ámbito figuras tan dispares como las capitulaciones matrimoniales y convenios reguladores, en las que recoger las reglas que regirán su patrimonio durante y después del matrimonio; los testamentos, en los que decidir en vida qué ocurrirá con sus bienes cuando Vd. falte; o las actuaciones de orden urbanístico.

Finalmente, en el ámbito personal y familiar, las Escrituras pueden recoger, por citar las más habituales, la cesión de facultades de todo tipo -mediante los llamados 'poderes'-, el matrimonio, separación y divorcio, reconocimiento de hijos o nombramiento de tutores.